jueves, 15 de noviembre de 2012

Desde el 31 de octubre el voto a los 16 años se convirtió en ley y será optativo desde 2013


Diputados sancionó el proyecto que amplía el derecho al sufragio entre los 16 y 18 años. El FPV logró la aprobación por 131 votos a favor contra dos rechazos. Tras un duro contrapunto, la oposición se retiró del recinto antes de la votación.

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   El recinto fue un solo grito joven cuando el tablero electrónico daba cuenta que se había convertido en ley la habilitación del voto para los jóvenes de 16 y 17 años. Las banderas que pacientemente habían colocado las agrupaciones políticas juveniles en los palcos flamearon al son de la alegría. No era en vano, la ampliación de derechos había avanzado un nuevo casillero y esta vez les tocó a los más chicos, que venían exigiendo ser partícipes de esta nueva época. Fueron 131 votos los que respaldaron el texto normativo y sólo dos en contra. 

   No faltaron las controversias  por las que la oposición se retiró poco antes de la votación en rechazo al discurso del legislador Andrés Larroque (FPV), a quien acusaron de realizar un discurso agresivo contra las bancadas que habían señalado la norma como demagógica y especulativa.
 Fue una larga jornada de casi 12 horas de debate, en donde la oposición desgranó una extensa diatriba contraria a la ley. 

POLÉMICA

Robar, matar o votar a los 16 años

     Se ha discutido hasta el hartazgo qué se debe hacer con los adolescentes que están en conflicto con la ley. Según la legislación argentina, a los 16 años ya están en condiciones para hacerse responsables por sus actos, aunque jurídicamente existen atenuantes en la escala penal para chicos y chicas tan jóvenes. Aun así, hay quienes insistieron con bajar la edad de imputabilidad a los 14 años y, para las posturas más extremas, hacerlo hasta los 12. 
   Sin embargo, el discurso cambia cuando se trata de darles responsabilidades cívicas y considerarlos jóvenes-adultos. Entonces, los argumentos son otros: que son muy inmaduros, que no conocen el mundo, que no tienen experiencia y que tampoco están en condiciones de elegir. Sería interesante, entonces, comprender que los mismos justificativos deberían correr cuando se intenta condenar con todo el peso de la ley a un adolescente. O es maduro para todo o no es maduro para nada. 


Votar a los 16: especialistas consideran que los chicos aún no tienen formado el sentido crítico


   Profesionales y docentes locales aseguran.


   Luego de que se conociera la iniciativa del oficialismo para reducir la edad de los votantes de 18 a 16 años, especialistas y docentes locales aseguraron que hoy los adolescentes no se encuentran preparados para elegir responsablemente. Esto se debe, principalmente, a que aún no han desarrollado el sentido crítico necesario, aunque reconocieron que se puede lograr si se hacen cambios en el sistema de educación.
   La opinión de los consultados es unánime: los chicos de 16 años no están listos para votar responsablemente. Así, el decano de la Facultad de Psicología de la Universidad del Aconcagua, Hugo Lupiañez, fue claro al decir que a los 16 años "no se tiene realmente la capacidad de decidir un voto".
   Entre otros factores, influye el hecho de que los chicos no son formados adecuadamente para tener una postura personal, que les permita alcanzar una visión crítica de lo que sucede en su entorno. Además, esto los vuelve fácilmente influenciables.
   Por esta razón, la directora del colegio Manuel Belgrano, Ana María Fontanet, reconoció que en principio los chicos "deberían prepararse y estudiar", lo que permitiría que luego desarrollaran "un sentido crítico a la hora de votar".
   La mayoría de los adolescentes de esa edad tiene como única responsabilidad el estudio, por lo que no presta mayor atención a cuestiones más complejas, como es la política. Por supuesto, quedan exceptuados quienes militan en algún partido.
   En cuanto a la importancia de la educación, Lupiañez dijo que en un sentido democrático se debe "estimular" el desarrollo de "valores, virtudes e intereses", para después dejar que el joven participe desde una visión personal, y "no al revés".
   La directora del colegio Bellas Artes, Norma Irisarry, mostró tener una postura intermedia entre quienes se oponen a la iniciativa y quienes la celebran. "Sería bueno que los chicos empiecen a ejercitar su sentido ciudadano a través de los centros de estudiantes", aseveró la docente. Asimismo, sugirió que los jóvenes podrían comenzar por elegir "a los concejales en sus comunas, a quienes pueden llegar a conocer si lo desean".
   No obstante, coincidió en cuanto a los cambios que deberían darse en la formación escolar de los estudiantes, al decir que se deberían "incorporar" a la currícula materias "de ciencias sociales y la historia de los partidos políticos", para que los conozcan.
   En el Colegio Universitario Central (CUC), los alumnos participan en el centro de estudiantes desde el primer año que ingresan. Los chicos, divididos entre Huarpes y Pehuenches, eligen su cacique de las listas que presentan candidatos.
   Sin embargo, le vicedirectora del establecimiento, Cristina Zamorano, destacó que lo que allí ocurre "sólo se ve en pocos colegios", por lo que no está de acuerdo que con el proyecto oficialista.
   Además, fue clara al decir que en el CUC no sólo los motivan a votar, sino que buscan ayudarlos para que "desarrollen su sentido crítico".
No es sólo una cuestión de edad
   A pesar de la clara postura en contra de que se modifique la edad de los votantes, los docentes y especialistas reconocieron que existen personas de más edad que tampoco tienen formado un sentido crítico para votar.
   Actualmente, la edad para comenzar a sufragar es a los 18 años. Ese límite de edad responde a la creencia de que a partir de entonces los jóvenes "se convertían en adultos, porque ingresaban a la universidad o comenzaban a trabajar", indicó Nancy Caballero, vicepresidenta de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM) delegación Mendoza. 
   "También se casaban y formaban una familia, más o menos, entre los 20 y los 23 años", detalló la especialista, mientras que reconoció el fin de esa realidad: "Hoy ya no se dan en esta etapa estas experiencias que marcaban el paso a la adultez".
   La adolescencia está comenzando ahora en forma más temprana, a los 12 años y se extiende hasta los 30. Esto lleva a que se ponga en duda si la situación de estos jóvenes es muy diferente a la de los chicos de 16.
   "Ellos tampoco están en condiciones de votar con conciencia cívica", señaló Fontanet, al tiempo que consideró prudente que quien vota "debe vivir primero".
    Por esto, Lupiañez aclaró que los 18 años se toman como un "parámetro de edad estimado en que la media se encuentra preparado" para cumplir con los deberes cívicos correspondientes. 




















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